
Cuando pensamos en bullying o acoso escolar, solemos imaginarlo enadolescentes o niños mayores. Pero la realidad es que puede comenzar muchoantes, incluso en la etapa preescolar.
A veces no se presenta con insultos o golpes evidentes, sino conburlas sutiles, exclusión o comportamientos que los adultos pueden pasar poralto.
Por eso es tan importante que padres y educadores aprendamos areconocer las señales tempranas de bullying, para actuar a tiempo y evitarque ese niño —víctima o agresor— sufra consecuencias emocionales o sociales alargo plazo.
¿Qué es el bullying?
El bullying es una forma de violencia entre niños que implica:
• Intencionalidad:el daño no ocurre por accidente.
• Repetición: el comportamiento ocurre una y otra vez.
• Desequilibrio de poder: un niño tiene más fuerza física,social o emocional que otro.
En la infancia temprana puede manifestarse como:
• Rechazar siempre a un compañero en los juegos.
• Burlarse constantemente de un niño por su forma de hablar ovestir.
• Empujar, esconder objetos o usar motes ofensivos.
Aunque en los más pequeños no siempre hay malicia consciente, esasconductas deben abordarse de inmediato, porque si se normalizan, puedenevolucionar hacia formas más graves de acoso en la edad escolar.
¿Puede haber bullying en preescolar?
Sí. Entre los 2 y 5 años, los niños están aprendiendo a relacionarse, compartir y regular susemociones. En esta etapa todavía no comprenden completamente el impacto desus actos, pero sí pueden repetir conductas de exclusión o agresión que dañan aotros niños. No es “solo un juego” ni “cosas de niños”.
Un niño que se siente rechazado o humillado de forma constante puededesarrollar miedo al colegio, baja autoestima o ansiedad social.
Señales de que tu hijo podría estar siendo víctima debullying
Los niños pequeños muchas veces no saben poner en palabras lo que lespasa, pero su cuerpo y comportamiento sí lo expresan.
Presta atención a estas señales:
En casa
• No quiere ir al jardín o inventa excusas para faltar.
• Cambia su comportamiento: está más callado, irritable o ansioso.
• Tiene pesadillas o dificultad para dormir.
• Come menos o más de lo habitual.
• Se queja de dolores de cabeza o de estómago sin causa médica.
• Pierde o daña con frecuencia sus pertenencias.
• Habla mal de sí mismo (“nadie me quiere”, “soy tonto”).
En el jardín o colegio
• Evita jugar con ciertos compañeros.
• Llora con facilidad o se muestra temeroso en actividades grupales.
• Se aísla o juega solo constantemente.
• Baja su rendimiento o participación en clase.
• Presenta moretones, raspones o ropa dañada con frecuencia.
Ninguna señal por sí sola confirma bullying, pero si se repitenvarias, es importante hablar con los docentes y buscar orientación profesional.
Conclusión
El bullying no empieza en la adolescencia: puede aparecer en la etapapreescolar y afectar profundamente el desarrollo emocional del niño.
Cuidar las relaciones entre los niños es tan importante como cuidar susalud física. Una infancia libre de burlas, miedo o exclusión es el primer pasohacia una niñez feliz y segura.